Dicen que al ilustrador inglés Quentin Blake le gusta el pescado, observar las garzas y vivir junto al mar. Se podría agregar que a este autor de libros infantiles, uno de los más reconocidos del mundo, también le gustan las historias: contarlas, dibujarlas y coleccionarlas.
El volumen 1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer (Grijabo , $37.500) es una buena prueba de eso. Presentada por Quentin Blake y Julia Eccleshare, la imponente obra reúne algunas de las mejores historias para niños y jóvenes jamás escritas.
Desde 20.000 leguas de viaje submarino a Winnie the Pooh, pasando por Alicia en el país de las maravillas y Astroboy; Babar y Mujercitas; El pequeño Nicolás y Platero y yo; Harry Potter y Lucky Luke; Dr. Seuss y Maurice Sendak, la publicación entrega certeros comentarios sobre una amplia variedad de títulos, dando información sobre su contexto, argumento, y autores, tanto escritores como ilustradores.
Un paréntesis: Si bien el foco está puesto especialmente en Europa y Estados Unidos, la inclusión de obras de los escritores chilenos Fernando Krahn, Luis Sepúlveda, Antonio Skarmeta e Isabel Allende no deja de ser una grata sorpresa.
Volviendo a la obra de Blake, basta decir que sus ilustraciones han acompañado más de trescientos libros para medir el impacto y trascendencia de su trabajo. Su estilo ágil y dinámico ha sabido interpretar magníficamente el humor desopilante y sin contemplaciones del escritor Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolates y Matilda), con quien comparte el gusto por contar historias que no subestiman la inteligencia de los niños.
Para corroborarlo, en PLOP! Galería podrás encontrar Doña Eremita sobre ruedas (Ediciones Ekaré, $9.000), Las lavanderas locas ($9.000) y Sólo se es joven...dos veces ($11.500), ambas editadas por Océano Travesía.
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