Terminamos el mes en que conmemoramos a nuestros Pueblos Originarios y sus culturas ancestrales, celebración marcada por el Año Nuevo y el solsticio de invierno. Este 2014, sin embargo, a pocos días de celebrar este hecho fundamental para las etnias de nuestro país, también se produjo una polémica entre Francisco Huenchumilla, intendente de la Región de la Araucanía, y Sergio Villalobos, historiador Premio Nacional de Historia.
El enfrentamiento entre ambos representa dos posturas frente al conflicto mapuche: aquellos que están a favor de la devolución de tierras y quienes se oponen a este tipo de medidas. Entre medio, y también hacia los extremos, se encuentran otros grupos con una diversidad de opiniones que solo revelan la profundidad de este tema y las múltiples aristas que se manifiestan y se pueden escudriñar en ella.
Ilustración de Karina Cocq
Y en este contexto es importante detenernos en un hecho que parece casual pero no lo es: desde hace un par de semanas en PLOP! Galería se exhibe la muestra Piel oscura, de Cecilia Toro y Karina Cocq. En ella las ilustradoras usan diferentes técnicas para proponer una reflexión sobre nuestras raíces, en la que por cierto aparece el aspecto étnico, pero también la multiplicidad de estratos sociales con sus oficios y rostros, muchas veces considerados personajes periféricos o aceptados desde lo pintoresco.
Cecilia Toro usa la plasticina, material asociado a la inocencia de la infancia y a los trabajos preescolares, para modelar figuras como la costurera del barrio y al obrero o maestro que trabaja en su taller. Karina Cocq muestra en bellas pero crudas imágenes el dolor de una mujer mapuche que rememora o anticipa el fusilamiento de un hombre (su padre, hermano o esposo) pero también la belleza de una celebración o el silencio de una machi, sola, en el bosque.
Cecilia Toro usa la plasticina, material asociado a la inocencia de la infancia y a los trabajos preescolares, para modelar figuras como la costurera del barrio y al obrero o maestro que trabaja en su taller. Karina Cocq muestra en bellas pero crudas imágenes el dolor de una mujer mapuche que rememora o anticipa el fusilamiento de un hombre (su padre, hermano o esposo) pero también la belleza de una celebración o el silencio de una machi, sola, en el bosque.
Imagen: obra en Cecilia Toro
Que un tema con trasfondo social y político que enfrenta a vastos sectores de la sociedad tenga un eco en el ámbito de la ilustración es una señal de la madurez que va ganando este. Es un hecho: los ilustradores chilenos se están atreviendo a ir más allá de las microhistorias (otra vertiente narrativa de suma importancia en la literatura ilustrada e historieta) y hoy son creadores de discursos y opiniones que abordan temas contingentes. Más allá del desarrollo de una iconografía en torno a un tema o situación se trata de proponer una postura al respecto. Y no estamos hablando de ilustraciones de prensa o encargos para medios o editoriales, sino de un discurso personal, que conlleva años de reflexión sobre el lugar propio en el mundo y la relación con este.
A punto de cumplir cuatro años desde la apertura de PLOP! Galería, esta exposición viene a reafirmar esta premisa. En dicho espacio ya había explorado esta veta Rodrigo Salinas con la exposición Pinturas ecuestres de Ratoncito, en 2010, en la que ironizó sobre el poder y sus representantes; y Marcela Trujillo en Maliki Underground, muestra de 2011, en la que devela la complejidad de los roles de mujer, madre y artista. Ambos autores provienen de las artes visuales y las obras se inscriben en el registro de la historieta, siendo estos campos (arte e historieta) dos disciplinas validadas como contestatarias por el público, la crítica y los mismos creadores. Otros antecedente para agregar en este recorrido por las muestras de PLOP! Galería son las imágenes de Sol Díaz, quien exhibió parte de sus mujeres elegantes en 2013, las que revelan opiniones contundentes sobre las contradicciones sobre ser mujer en la actualidad en Chile o Latinomérica; y parte de lo presentado por Melina Rapimán en sus dibujos bordados en el Hilo de Ariadna hace pocos meses, específicamente aquella en que hace una interpelación directa con la frase “Rebélate y denuncia” como parte de la cabellera de una mujer.
La ilustración, lenguaje mestizo tal como nuestra sociedad, es un ámbito que en este momento también se explora a sí mismo, sus alcances, sus orígenes y posibilidades, mientras busca consolidarse como un lenguaje de expresión personal o colectiva. Esto no implica que ahora cada ilustrador deba enarbolar una bandera de lucha sino que se abre un espacio de expresión por explorar. Habrá creadores que prefieran continuar contando las pequeñas historias que van dirimiendo nuestra cotidianidad y que también revelan nuestra forma de vivir (con toda la crítica social que ello conlleva) y aquellos que comiencen a tomar posesión de un espacio explícitamente opinante sobre nuestro país y sus realidades.
María Isabel Molina
Socia fundadora de PLOP! Galería
Periodista y Magíster en Sociología
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